¡Hola, lazarillos y lazarillas! Os comparto esta información sobre las relaciones semánticas que he estado recopilando y sintetizando para 1.º ESO, aunque también sirve para otros niveles más altos. Quizás para Bachillerato es demasiado sintético, pero puede venir bien para repasar términos clave para el comentario de texto, especialmente por lo que se refiere a la cohesión textual.
Asimismo, os puede ser útil para el estudio de las oposiciones para el cuerpo de docentes de Educación Secundaria y Bachillerato en la especialidad de Lengua Castellana y Literatura (tema 13: Relaciones semánticas entre las palabras: hiponimia, sinonimia, polisemia, homonimia y antonimia. Los cambios de sentido), en concreto por la bibliografía aportada al final de esta publicación.
Se trata de una presentación teórica disponible tanto en castellano como en catalán. La podéis descargar pinchando en la imagen de esta publicación o en el enlace que encontraréis al final del post.
ÍNDICE
- Familias léxicas
- Polisemia y monosemia
- Campos semánticos vs. campos léxicos
- Denotación y connotación
- Hiperonimia e hiponimia
- Homonimia vs. paronimia
- Sinonimia
- Antonimia
- Lexema o raíz: es el segmento básico de una palabra que aporta la información semántica y que se mantiene invariable. A veces puede sufrir alguna irregularidad por cambios ortográficos, como por ejemplo: BLANCO > blancura, blanquecino (c > qu).
- Morfema: es la parte de la palabra que se une a la raíz para modificar su significado.
- Morfemas flexivos o gramaticales: aportan información gramatical, es decir, sobre el género, el número, la persona, el tiempo, modo y aspecto verbal.
- Morfemas derivativos o léxicos: aportan información semántica, esto es, amplían el significado de la palabra.
- Palabras monosémicas (prefijo mono- = 'un' + sema = 'significado'): solo tienen un significado. Por ejemplo: península o bolígrafo. Normalmente, la monosemia se da en palabras que pertenecen a campos específicos de la lengua.
- Palabras polisémicas (prefijo poli- = 'mucho(s)' + sema = 'significado'): tienen varios significados. Tienen una sola forma, pero dos o más significados. Ejemplo: depresión o banco.
- Campo semántico abierto: se pueden añadir palabras nuevas, como el mobiliario de una casa, los oficios, los deportes...
- Campo semántico cerrado: no admite la adición de más elementos, como los continentes del mundo, los días y meses del año, las estaciones...
- Denotación: es el significado literal y objetivo de una palabra y común a todos los hablantes, tal como la encontraríamos en el diccionario. Por ejemplo: El Sol es un astro. Es un lenguaje más propio del ámbito científico, en el cual se requiere un rigor léxico.
- Connotación: es el sentido figurado de una palabra, diferente al original, que se adquiere al añadir significados subjetivos. Por ejemplo: María es un sol. Es propio de textos literarios o publicitarios por las numerosas interpretaciones que reciben las palabras según el contexto.
- Hiperónimos (hiper- = 'grande' + onoma = 'nombre'): palabras de significado más general que incluyen otras más específicas. Ejemplo: pájaro es hiperónimo de gorrión y jilguero.
- Hipónimos (hipo- = 'pequeño') + onoma = 'nombre'): palabras de significado más concreto que se engloban dentro de los hiperónimos. Gorrión y jilguero son hipónimos de pájaro.
- Palabras homófonas (homo- = igual + fono = 'sonido'): se pronuncian igual, pero se escriben de forma diferente y tienen distintos significados, como por ejemplo baca y vaca.
- Palabras homógrafas (homo- = 'igual' + fono = 'sonido'): son aquellas que se escriben y se pronuncian igual, pero tienen significados y orígenes diferentes, como por ejemplo río (del verbo reír) y río (sustantivo). Normalmente, se trata de clases de palabras deferentes.
- Sinonimia total o absoluta: son palabras en las que se da la total equivalencia léxica tanto del contenido denotativo como del connotativo y son intercambiables en todos los contextos (sustitución ilimitada). Está restringida a términos muy específicos del lenguaje, especialmente a nomenclaturas técnicas y científicas como por ejemplo hematíes y glóbulos rojos.
- Sinonimia parcial o contextual: es la sinonimia más habitual. Se trata de palabras sinonimias en contextos determinados, pero no siempre, ya que son términos intercambiables en unos contextos, pero no en otros. La palaba pesado puede tener como sinónima, en un contexto determinado, la palabra indigesto, mientras que en otro contexto puede ser sinónima de tedioso.
- Por préstamos de otras lenguas: ordenador/computadora.
- Por el uso de cultismos y coloquialismos para expresar una misma realidad: cabeza/coco.
- Cambios de significado por metáfora y metonimia: corazón/sentimiento o yogur/Danone.
- Por apócope (pérdida de un sonido al final de palabra) o aféresis (supresión al principio): motocicleta/moto o autobús/bus.
- Antonimia total o absoluta: cuando una palabra siempre significa el contrario de otra. Se da una antonimia complementaria cuando la negación de un término implica la afirmación del otro. Por ejemplo: vivo-muerto (si alguien está vivo, implica necesariamente que no está muerto).
- Antonimia parcial o contextual: cuando una palabra se opone a otra solo en determinados contextos. En la oposición, al menos una de las dos palabras es polisémica: verde es contrario a maduro cuando hablamos de fruta, pero fuera de ese contexto no son palabras antónimas.
- Antonimia gradual: términos de una oposición entre cuyos extremos existen grados intermedios. La negación de un término no implica necesariamente la afirmación del otro. Ejemplo: caliente-frío (templado).
- Antonimia recíproca: los dos términos opuestos se necesitan mutuamente para definirse; el uno implica al otro. Se expresa la misma acción pero vista desde perspectivas diferentes. Ejemplo: comprar-vender o padre-hijo.
- Antonimia morfológica: antonimia conseguida mediante la adición de prefijos de sentido negativo u opuesto como a-, anti-, des-, dis-, il-, in-... Ejemplos: simetría-asimetría, experto-inexperto o hacer-deshacer.
Comentarios
Publicar un comentario