Muchas veces hay estudiantes que no expresan en público o en un cara a cara aquello que les inquieta, preocupa o perturba por vergüenza, temor a represalias o miedo a ser juzgados o rechazados.
Por ese motivo, he pensado que una caja para comunicarse conmigo con más privacidad es una buena forma de fomentar la esencial comunicación entre el alumnado y la figura del tutor o tutora para que puedan contar con otra forma adicional de expresión, y para que se sientan escuchados en todo momento.
Sus comunicaciones pueden ser anónimas o firmadas, según el contenido de que se trate: problemas de convivencia en el aula, cuestiones personales o académicas, sugerencias de mejora para el tutor o tutora, para el aula o para el centro, aspectos que rodean el proceso de enseñanza-aprendizaje... Asimismo, poner la fecha en los papelitos ayudará a contextualizar los mensajes.
Es imprescindible transmitirles que el uso de esta caja debe ser responsable, es decir, los mensajes se han de comunicar con respeto y educación, pues la finalidad de este medio no es otra que crear un clima de seguridad y confianza en el aula.
He comprado esta caja de acero inoxidable de Amazon y el dinero que me ha costado me parece bien invertido. Este es el tamaño pequeño, pero hay otro un poco más grade. También está disponible en color negro.
Pinchad en las siguientes imágenes para acceder a los enlaces de compra:
Una opción más económica son las cajitas de madera con ranura que se cierran con llave o con combinación numérica, según cada modelo.
Os he dejado los anteriores enlaces de compra en Amazon de las cajitas de madera con cerradura porque son los modelos que yo estuve mirando, pero podéis comprar una caja parecida en cualquier tienda de barrio.
No obstante, yo prefiero la caja de acero inoxidable porque es un material más resistente y el mecanismo de apertura-cierre con combinación numérica me parece más seguro.
Si ponéis en práctica esta propuesta, ¡espero que os dé fantásticos resultados!
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